Antecedentes heráldicos del escudo.
Antes del actual se contemplaron proyectos que fueron rechazados por la corona de España, estos proyectos contemplan divisiones verticales o cuarteles que lucían un castillo almenado y un navío en el mar, sobre el “jefe” (parte superior del escudo) un escusón (escudete) que ostentaba las armas de la orden franciscana formadas tradicionalmente de dos brazos cruzados sobre una cruz; el primero desnudo y el segundo cubierto: uno representaba a Cristo, el otro a San Francisco. Abajo, en la parte inferior del escúdete se aprecian las 5 llagas de Cristo; este escudo ostentaba una corona ducal y fue rechazado por los especialistas en heráldica de la Corona Española. Otro escudo, parecido al primero descrito, con el escudete ocupando el lugar correspondiente, pese a las correcciones, también fue rechazado; el “escusón guarda en el escalafón heráldico la categoría de pieza honorable de primer orden”, que les confiere preponderancia sobre otras piezas cuando va cargando o inclinando a ellas, y en el caso que nos ocupa el rechazo se justifica, ya que las devotas armas de una orden religiosa destacaban más que las dignidades civiles municipales de Campeche. La heterogeneidad e incongruencia privaban en este diseño que fue rechazado.
El nuevo escudo, despojado del escudete y dividido en 4 cuarteles fue acogido con ciertas reservas. A este escudo le faltaba un simbolismo adecuado que lo identificara con el santo patrono de la villa de San Francisco de Campeche, y por ello también fue rechazado.
Un cuarto escudo, el que actualmente lucimos, destaca en el concierto heráldico de los blasones otorgados por la Madre Patria a sus provincias de América; tiene como “timbre” la corona Real de España y como simbolismo el cordón de San Francisco tramado en hilo de oro; fue otorgado como justo título a Campeche en el mes de Noviembre de 1777, días después de haberle sido conferido el honroso título de Cuidad con fecha primero de Octubre del propio año por el Rey Carlos III de España. El escudo heráldico otorgado a Campeche es un concreción estética que evoca al pasado de gloria; su pretérito colonial que resume sus valores históricos. Los castillos de los cuarteles nos retrotraen a los tiempos de la piratería en la que la villa y puerto de San Francisco de Campeche sufría el acoso de los formantes del mar. Las murallas, los baluartes, la cuidad intramuros con sus calles baldosas y su encajaría de hierro en las ventanas; la casa del Teniente del Rey, etc. Todo ello asociado al recuerdo calamitoso del holandés (Lauret Graff)que solía anclar a sus urcas en la bahía de Lerma, la de Lloverá Baranda. Y la imagen del criollo nacido en la Habana y crecido en Campeche: Diego el Mulato aquel que llora la muerte del capitán Galván , su padrino, en la refriega... Las imágenes, frescas aún en la memoria del tiempo se suceden fantasmagóricas; el acoso de la canalla del mar había templado el carácter de los campechanos, y eso explica la bizarría de Juan Canul y de sus aguerridos sanromaneros.
Los navíos equipados en plata y sobre olas de azur en campo de azur (galeones) nos hacen evocar aquellos tiempos idos, de duelos y abordajes de comercio marítimo con ultramar; de palo de tinte y cera; de fábrica de barcos construidos con madera dura y preciosa (jabín, guayacán, chacté, cedro rojo y caoba rubia) del maderamendel “Santísima Trinidad” y del “Santa Ana” construidos por carpinteros de ribera campechanos para la marina de guerra de España; el primer buque insignia de la Arma Española, el mas grande del mundo en ese entonces, y el mas sólido por la reciedumbre de su maderamendel.
Los frescos de la batalla de Trafalgar atestiguan la participación de las dos naves y acreditan la hechura a toda prueba... El Almirante Horacio Nelson y el alférez de fragata Pedro Sainz de Baranda y Borreyro, protagónicos ambos en bandos enemigos, posan la historia desde Cádiz en aguas del estrecho –se dice Gibraltar- y –Allende las columnas –nos plus ultra es audible el estruendo de los cañones, todos estremeciendo el agua, tinta de cuajarones, la salada burbuja, los vientos y la luz. También evoca el cuartel de los galeones los tiempos de la Colonia; al decir del ilustre historiador Don Eligio Ancona, en 1811 la Marina de Campeche contaba con 3 fragatas, 11 bergantines, 31 goletas, 34 pailebotes, 56 hongos y 263 canoas...En los astilleros de Campeche se fabricaban los barcos más sólidos del mundo...Aquí cabe señalar lo que dice Cogollado (1688) al referirse a los barcos campechanos; pondera su solidez “por la fortaleza de sus maderas”. Le falto decir probado en Trafalgar.
Y es la selva de Campeche, talada con amor, fue por los mares del mundo llevando como insignias, izadas sus velas, su vocación marina y marinera y su peculiar forma de ser connotada en el gentilicio Campechano.
En torno a los cuarteles circuyéndolos rodeándolos firmemente, la bordura “cargada” en el cordón de la orden de San Francisco, tramado en hilo de oro purísimo...Los del tosco sayal y corazón de lis, con el auxilio de la gramática maya escrita por Fray Luis de Villalpando, iniciaron la evangelización de los naturales en la península, y es el cacique maya de Campeche Don Diego Na, quien recibe, el primero, las aguas del jordán de manos del padre Villalpando. Se evoca la travesía de Coca Gaytán y la llegada del primer sanromanero a las playas de Campeche, bajo su advocación el pueblo vive, crea, suena y espera ansioso la celebración de su fiesta tradicional.
Los lambrequines en estricto sentido heráldico son ornamentos exteriores que complementan el escudo, de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda. La Corona Real es “ timbre” de mayor jerarquía que la Corona Ducal que lucían los anteriores proyectos desechados; en ellos predominan los colores originales: oro, rojo y azul.
En conclusión el escudo se puede describir de la siguiente forma:
El escudo esta dividido en cuatro partes, a cada una de ellas se le llama cuartel. El fondo rojo de los cuarteles que se encuentran arriba a la izquierda y abajo a la derecha, significa la valentía de los Campechanos. Las torres de color plateado, este color es el reflejo de la firmeza y honradez de nuestro estado carácter, y las torres representan el poder en la defensa de nuestro territorio.
En los otros 2 cuarteles vemos un barco de vela con el ancla elevada navegando en el mar, lo que nos recuerda la importancia de Campeche como puerto marítimo. Los cuales están sobre un fondo azul que significa lealtad y los buenos sentimientos de los campechanos. Finalmente en lo alto del escudo encontramos una corona adornada con piedras preciosas, indicando la independencia de México al reino de España.
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