LAS JARANITAS
Nuestro pueblo campechano está lleno de policromía
cultural, el sarao y el palmar completamente arraigado han recorrido el amplio
territorio nacional dejando como manifiesto que nuestra gente vive en la
actualidad una plenitud de la campechanía o campechanidad.
Ahora dentro de la danza hay una propuesta
que el Lic. Lauriano Santos Linares
en conjunto con el grupo U´kayil´kaj
comprueban que la parte norte de nuestro estado es igual de vivo que la ciudad
amurallada donde se origino el folklor que conocemos.
Las “Jaranitas” que así se les nombra
tienen su origen en la parte del Camino
Real –Tenabo, Hecelchakán, Calkini y
Bécal- y la ruta de los Chenes –Hopelchén, Dzitbalchén, Bolonchén-
lugares que guardan desde nuestros ancestros la mescolanza de la identidad
profunda que se tiene arraigada con nuestro vecino estado de Yucatán. Estos
lugares donde hasta la fecha viven sus tradiciones que a lo largo de los siglos
permanecen en ellos como sus ferias tradicionales dedicados a sus santos
patrones a los cuales le rinden sus gremios, vaquerías, corridas de toros,
rezos, y el tradicional carnaval.
La gente transita por sus calles con la
vestimenta regional, las mujeres con su tradicional “hipil” bordado en xocbichuy –punto
de cruz- portando como bella doncella maya su rebozo de santa María… en cambio los
hombres de edad plena portan su típica Huayabera, su pantalón de color liso y
sus alpargatas ya sea de llanta o las llamadas “chillonas”.
En fin, momento en
el cual puedo decir que es la parte más viva de nuestra cultura porque en ella
se vive y se baila. Retomando ya en concreto el tema de las Jaranitas, este típico
baile que conocemos en la península llamada jarana que en las tierras ya
mencionadas se bailan en las majestuosas vaquerías donde la gran Orquesta toca
el melodioso ritmo de 3x4 o 6x8 de compas, en ella la gente aprovecha para
sacar y pulir la pista con los pasos sin un esquema especifico y que por lo
tanto la hace llamativa para propios y extraños.
Las Jaranitas
contienen esa particularidad del ritmo de Jarana, el origen de su música y
letra son sonetos que la gente cantaba en las calles ya sea con su guitarra o
con su pequeña charanga que existen en los alrededores, esas narraciones
chuscas o experiencias de la misma gente son lo que hoy fueron rescatadas para
su preservación, escuchar el tuncuruchu, el toro, o la jarana Hopelchén son
muestra de ello y que acertadamente “U´kayil´kaj” a hecho este trabajo de
rescate.
Conforme a lo realizado
por el Lic. Lauriano Santos Linares se amalgama este trabajo que con su coreografía
y pasos son ya considerados como parte del folklor de Campeche, ya que dentro
del repertorio de nuestro estado cronológicamente se manifestaba de la
siguiente manera: Vaquería, Comparsa de Carnaval, Sarao y Palmar. Es ahí donde
Jaranitas es el eslabón de la vaquería con los bailes netamente campechano, es
decir, como la gente de nuestro pueblo desarrollo como su identidad la danza y
vestimenta para llegar al Sarao y Palmar, la música paso de la jarana a la
influencia española y afrocubana.
Ya con características
específicas para bailar este rescate folklórico la mujer porta lo siguiente: el
Hipil de mestiza con tira pintada –que para mi punto de vista es bordado o en
la época en la que es fundamentada se pintaba con palo de tinte- con sus huaraches
ya sean bordados o de cuero, su pelo trenzado rematado con su moño y sin falta
el rebozo, ya cuando la gente era servidumbre de gente española o criolla las mestizas
se complementaban con una “Saya” –falda floreada- y el hipil. En hombre utiliza
sobrero de araña –sombrero de huano bordado a máquina alrededor en forma de una
red de araña de donde toma su nombre, el campesino lo utiliza por su rigidez
para que le durara bastante tiempo-, paliacate o pañuelo rojo amarrado en el
cuello, la camisa es en algodón o en su caso filipina blanca; el pantalón era
de manta y sin faltar sus alpargatas o los particulares “sapos” a vestimenta
del hombre se le llama “hunic”.
Como
pueden notar la vestimenta y la música proviene de las vivencias de la gente
humilde, bailaban lo que ellos mismos cantaban y bailaban con la misma ropa que
en su vida cotidiana portaban sin un traje especifico. Es por ello que este
trabajo de rescate es valorable y de mucha importancia ya que proviene de una tradición
viva, que en otras palabras podemos decir que todavía en la actualidad se
baila, no como lo que sucede en el sarao y Palmar que son tradiciones muertas
que no se ve en ningún rincón de Campeche más que en escenario.
Jaranitas
en la actualidad es bien recibida por la gente de nuestro pueblo, recordando
que nuestra identidad comienza desde Yucatán y finaliza con las características
típicas campechanas de la región, para que de esta manera se manifieste que
este nuevo folklor es ahora nuestra tradición que se preservará por todos
nosotros hasta el final de los tiempos mayas, somos mayas, somos yucatecos de
origen pero campechanos hasta nuestra muerte.
ARTICULO E INVESTIGACIÓN REALIZADO
POR EL
LIC. Christian Hernández Cambranis
PARA LA PARTICIPACION DE LA DELEGACION CAMPECHE
DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN.
LIC. Christian Hernández Cambranis
PARA LA PARTICIPACION DE LA DELEGACION CAMPECHE
DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN.
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